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Volvió el mar en tierra seca;
por el río pasaron a pie.
Allí en él nos alegramos.
Él señorea con su poder para siempre;
sus ojos atalayan sobre las naciones;
los rebeldes no serán enaltecidos. Selah

¡Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
y haced oír la voz de su alabanza!

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